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miércoles, 11 de enero de 2012

EL EMBARRE

Yo juré ante Dios defender a mi patria y a mi Rey hasta con la última gota de mi sangre si fuese preciso y soy del tipo de personas que mantiene sus juramentos.

Por eso al encontrarme esta mañana un despreciable e injustificado ataque a la persona del Príncipe Felipe, que acudió en nombre del Rey Juan Carlos y como representante de todos los españoles a la toma de posesión del presidente nicaragüense, simplemente traté de explicar su asistencia.

La corona española constituye la más alta representación del pueblo español y su papel es ser el garante de la unidad de la patria para preservar el sistema democrático de monarquía constitucional que rige los destinos de España.

Su poder decisorio es nulo, a pesar de que su Majestad sanciona todas las leyes aprobadas en el parlamento, pero para profundizar en los lazos históricos que nos unen con los latinoamericanos, el Rey decidió que era su obligación asistir a todas las ceremonias de investidura de todos los presidentes de ese continente, simbolizando el apoyo de todo el pueblo español al pueblo del país del juramentado de turno.

Los gobiernos en España van y vienen, las elecciones en iberoamérica más o menos limpias y democráticas se suceden, incluso los golpes de estado acontecen, el Rey y en este caso el Príncipe con su presencia, establecen un lazo en esas ceremonias que permiten asegurar, aunque se rompieran las relaciones diplomáticas, una vía de contacto, a veces nauseabunda pero útil en casos de extrema gravedad.

No me sorprende que un cubano ataque a la corona, los comunistas republicanos españoles atacan al Rey y son cómplices del castrismo y se les da cobertura en los panfletos de la tiranía por lo que seguramente los habrán leído, pero solo lo hacen simplemente porque saben que el más firme defensor de la democracia pluripartidista es Don Juan Carlos y eso a los comunistas que buscan la dictadura de partido único no les conviene.

Pero esto no es lo importante, todo el mundo es libre de criticar la asistencia de la corona española a las tomas de posesión de los mandatarios latinoamericanos, quizás en un futuro se decida asistir
solo las de los presidentes que se hayan elegido libre y democráticamente, pero lo dudo pues como antes expliqué, eso significaría dar la espalda al pueblo al que esa persona va a pasar a representar y es a ellos en realidad a quienes la corona española respeta por encima de toda consideración.

Pero estos ataques, así como otros a personas más o menos reconocidas son empleadas para producir lo que a mi me gusta denominar como un embarre, en base consiste en sacar un tema a colación que suscite polémica y división, así los agentes encubiertos castristas los usan para varios fines, como por poner un ejemplo, identificar quienes son partidarios de una intervención armada en la Isla para derrocar a la tiranía, esto además de una orden constituye en ellos una obsesión.

Pero lo más significativo es que los ataques, tanto más violentos cuanto la persona interese más a la inteligencia castrista, buscan distraer y desanimar al individuo de sus actividades en contra de la
tiranía, ustedes conocerán seguro a alguien que ya no quiere saber nada del asunto cubano o que ya no entra en la página o que solo la usa para fines personales, algunos de ellos habrán sido víctimas de un embarre, pero sobre todo este tipo de ataque tiene éxito entre los que no son cubanos, esta técnica es usada tanto con reconocidos políticos, actores, empresarios, escritores e incluso con gente de a pie.

Es habitual que cuando un cubano encuentra a un extranjero tratando de ayudar en la causa para acabar con la total falta de libertades de Cuba le espete algo parecido a... y a usted quien le dio vela en este velorrio... Bueno, yo como español creo que la vela la encendieron los Reyes Católicos al mandar a Colón con sus tres Carabelas, por lo que siento que es mi deber acabar con la vela negra que ha significado el castrismo durante más de cincuenta años.

Sería bueno que todo el que pueda eche una mano, ninguna ayuda es poca y si a la gente que está dispuesta a hacerlo, en vez de despreciarlas en primera instancia, se les diera la bienvenida y se les apoyara cuando sufren los ataques del aparato comunista, entonces seríamos más y la tarea sería más fácil de sobrellevar, al menos así lo creo yo.

Yo soy español, muy orgulloso de ello, la sangre de mis ancestros ha sido regada en el pasado por la tierra de Cuba, mis apellidos perduran allí, tengo razones personales muy poderosas para luchar por la libertad de todos los cubanos, pero es que además poseo la firme convicción de que no solo interesa a los oriundos de la Isla, sino a mi patria, a Latinoamérica y al mundo en general.

He llegado a esta conclusión por causa de mi trabajo e incluso he escrito una trilogía para ayudar a conseguir este objetivo, conmigo los embarres no funcionan, pero estén alerta por si ven alguno, la
persona atacada requerirá su apoyo para continuar en la lucha.

Porque lo importante no es lo que nosotros decimos sino contribuir con nuestras palabras y con nuestros actos a que el esfuerzo de los que luchan dentro y fuera de Cuba de su fruto y así pronto se pueda honrar la memoria en suelo cubano de los que dieron su vida por liberar a la patria de Martí, a la que yo quiero tanto que la siento casi como a la mía propia.

P. T.
Priotelus Temnurus.

P. D.
Escribo bajo seudónimo única y exclusivamente por causa de mi trabajo, espero que pronto lo puedan asociar a mi nombre y apellidos, a mi los castristas no me dan ningún miedo, solo me inspiran una tremenda lástima...

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